El compromiso de IMPSA con la eficiencia energética es uno de los pilares de su política de cuidado del medioambiente y se enmarca dentro de las acciones vinculadas a su Programa de Sostenibilidad CSER (Corporate Social Environmental Responsibility Program). En ese sentido, su Centro de Investigaciones Tecnológicas (CIT), ubicado en Godoy Cruz, Mendoza, cuenta con un Laboratorio de Hidráulica único en Latinoamérica, que entre sus procesos cumple una tarea clave en el marco de la gestión eficiente de la energía.

Este laboratorio, en donde se realizan ensayos de modelos en escala reducida de todo tipo de turbinas hidráulicas, es imprescindible tanto para desarrollar tecnología propia para esas turbinas como para poder verificar frente a los clientes las garantías de performance de las mismas. Asimismo, está compuesto por dos bancos de ensayo, con dos poderosas bombas principales cada uno, y una serie de bombas y equipos auxiliares que hacen circular el agua a través del banco, lo que permite simular las condiciones de una central hidroeléctrica y motorizar los modelos de turbina.

En ese contexto, las tareas que se realizan en el Laboratorio Hidráulico tienen un doble impacto en materia energética. Por un lado, las bombas y los equipos tienen un alto nivel de consumo de energía, al punto tal que constituye la mayor fuente de consumo de todo el CIT. Por otro lado, los modelos de las turbinas que se ensayan en el laboratorio logran generar energía eléctrica.

Con esto, y en el marco de sus acciones de eficiencia energética, IMPSA ha implementado un sistema que permite inyectar esa energía eléctrica que generan los modelos de turbina a la misma red eléctrica a la que están conectadas las bombas, lo que contribuye en parte a contrarrestar el alto consumo y reducir en forma considerable el consumo total de energía eléctrica del CIT.