La Central Nuclear Embalse (CNE) en Córdoba  opera desde el año 1983, pero su vida útil garantizada, de 30 años, expiró en 2013. El gobierno nacional y la operadora Nucleoeléctrica Argentina, se propusieron  repotenciarla y extenderle la vida por otros 30 años,  proyecto que le fue encargado al tecnólogo canadiense Babcock & Wilcox. IMPSA fabricó los cuatro nuevos Generadores de Vapor de mayor capacidad que los originales, capaces de producir  la cantidad necesaria  de vapor para el incremento de potencia  que  se le impuso a la CNE (40 MW) habiendo seguido los más exigentes estándares  de calidad nuclear.